martes, 4 de junio de 2013

David Lynch, el James Stewart de Marte (2) - Cabeza borradora, entre el infierno y el purgatorio

“La enfermedad y la pobredumbre forman parte de la naturaleza. Es algo malo, pero las personas diseñan grandes edificios para ella e inventan máquinas y tubos y toda clase de cosas. Así que, de la misma forma que la naturaleza, una cosa totalmente nueva surge de la enfermedad” .



Con el paso del tiempo la idea de “Gardenback” fue perdiendo interés para Lynch y llegado el momento les dijo a los responsables del AFI que no deseaba realizar esta, si no otra historia llamada “Eraserhead”. “Tenía ideas que no podía desarrollar en “Gardenback”, pero todavía realmente me excitaban. Los personajes principales eran Henry y Mary, y yo los saqué de ahí y los llevé a “Cabeza Borradora”. “Gardenback” era una historia única que trataba el adulterio, sin embargo con “Cabeza Borradora” pudo desarrollar muchos otros temas. Estaba excitado con “Eraserhad” por que tenía algo de lo que hice en “Gardenback”, pero aparte, mucho más”. En un principio, la historia de Henry Spencer debía de haber sido un cortometraje. El guión constaba de 21 páginas, y los responsables del AFI, siguiendo las leyes del minutaje le dijeron que debería durar 21 minutos. Lynch intentó convencerles de que necesitaba algo más de tiempo y le concedieron 42.

La selección de actores no fue especialmente compleja: Lynch aceptó a todos lo que se presentaron en la primera audición. John “Jack” Nance fue elegido para el papel principal, Henry Spencer. “David y yo fuimos presentados por un amigo mutuo y la verdad es que al principio no nos llevamos demasiado bien”, recordaba Nance en una entrevista concedida a la revista Starlog en 1991. “Me enseñó el pequeño guión que tenía para rodar “Cabeza Borradora”. No eran más que unas cuantas páginas repletas de imágenes extrañas, con muy pocos diálogos y esa criatura parecida a un bebé”. Nance no aceptó el papel hasta que vio “The Grandmother” y quedó convencido de las posibilidades del director.


Colocarse detrás de la cámara para semejante historia no satisfacía del todo a Lynch, quién tal vez no se vio capaz o quizá quería el mejor resultado para su película, así que hizo caso a Alan Splet y convenció a Herb Caldwell, un director de fotografía especializado en películas “noir”, para que se uniera al equipo. Incapaz de aguantar el lentísimo ritmo de rodaje que tomó la situación, abandonó la película en 1973 y fue sustituido por Frederick Elmes, quién se convertiría en otro asiduo a los filmes del genio de Montana. Caldwell no estaba convencido de las posibilidades de acabar algún día el film y no le faltaba razón, ya que el rodaje aún se extendería dos años más.

Henry Spencer es un hombre normal que vive atrapado en un mundo absurdo, cuyo destino parece regir una figura conocida como “El hombre del planeta” (Jack Fisk), una extraña figura, una deidad, que vive en otra “dimensión”. Tras ir a cenar un día a casa de su novia, Mary X (Charlotte Stewart, al igual que Nance posteriormente en “Twin Peaks”, se llevará la sorpresa de que es padre y tiene un hijo deforme (acorde con el ambiente entre industrial y apocalíptico en el que viven). Esta situación los llevará a vivir juntos, algo que Mary no parece sobrellevar demasiado bien, incapaz de soportar a la criatura, lo que le llevará a abandonarle. Henry se siente atraído por su vecina (Judith Anna Roberts), pero se siente incapaz de decirle nada. La situación del personaje se irá haciendo insostenible, incapaz de vivir solo, de soportar a su hijo, de ver como su vecina se lo monta con otro hombre... Probablemente en el único momento del film en el cual el protagonista actúa con una furia rabiosa asesina a su hijo abriéndolo por la mitad, y es recibido por la Chica del Radiador (Laurel Near), una mujer que vive en el interior de uno de esos aparatos y cuyo mundo es una especie de purgatorio donde no existe el sexo, o como mínimo, la posibilidad de procrear.

Por falta de fondos el rodaje de la película se vio paralizado en 1973 y por esa situación se las vería durante todo un año. Hasta que no encontró nuevos inversores, Lynch se entretuvo rodando un pequeño corto llamado “The Amputee”, protagonizado por Catherine Coulson, que en aquellos momentos, amén de ser la asistente de dirección de la película, era la esposa de Nance y años más tarde se convertiría en la popular Dama del Leño de “Twin Peaks”, y por el propio Lynch. La historia se centra en una mujer que se dicta una carta a si misma, en una historia sobre la confusión y lo que creemos que sabemos de los demás.



En 1974 el rodaje pudo volver a ponerse en marcha, debido a la ayuda de diez inversores distintos. Para entonces, el matrimonio del director se había roto y se separó de su mujer Peggy. Varias razones pueden ser la causa de este suceso: La obsesión de Lynch por llevar a cabo el proyecto (que en aquella época era según sus propias palabras “un animal muriendo en el desierto”), la falta de dinero (lo que ganaba repartiendo periódicos lo invertía en el film, quedándole lo justo) y la falta de tiempo para dedicar a su familia. Aunque para lo que respecta a la película, esto tuvo una ventaja: “Durante ocho meses viví en la mansión Greystone, sede de la AFI. Era algo totalmente ilegal, pero mi esposa se había quedado con el coche y habiendo levantado una especie de “plató” en un complejo de edificios del Instituto me pareció una buena idea dormir allí también. Lo hacía en el decorado que construimos para el dormitorio de Henry, me encerraba de manera que a nadie del exterior podía ocurrírsele que allí dentro podía haber alguien”. Durante ocho meses Lynch casi se “transmutó” en Henry Spencer.

Para cuando por fin volvieron a filmar, Alan Splet había abandonado el rodaje y se había marchado a Escocia, aunque volvería en 1975, y Doreen Small, que era jefa de producción, se había marchado a vivir a Santa Bárbara. La primera escena que se rodó tras el largo parón tenía como protagonista a la Dama del Radiador. Laurel Near jamás había trabajado en ninguna película y su experiencia como cantante se resumía en un trío que había formado con sus hermanas. Sin embargo, el tema “In Heaven” que canta en el film se convertiría en un tema de culto –en una película de culto- e incluso fue tomada por el grupo The Pixies para interpretarla en directo en varias de sus actuaciones. El rodaje aun aguantaría una crisis más, provocada por la propia AFI, que en pocas palabras estaba hasta el gorro del proyecto, pero finalmente, en 1976, se pudo dar por concluido. Las mezclas de sonido se hicieron en siete días entre Splet y Lynch, y él mismo se encargaría del montaje final. 



Pero si rodar una película es toda una odisea... es solo el comienzo de la pesadilla cuando empieza el arduo camino de buscar distribuidora. Fue rechazada por los festivales de Cannes y de New York, aunque finalmente el Filmex, Festival de cine de Los Ángeles, se encargaría de su prémiere mundial el 19 de Marzo de 1977. La reacción tanto de crítica y público fue terrible, y el semanario de cine más importante del país, Variety, destrozó el film. Resignado, Lynch decidió hacer varios cortes en la película centrando la atención en Henry y eliminando todas las historias paralelas, recortando unos 20 minutos, entre ellas las escenas donde salían su ex mujer y su hija. Por suerte la presentación en Filmex sirvió para que lo viera Ben Barenholtz, el “inventor” del concepto de “cine de culto” (al fin y al cabo fue el responsable en convertir en éxitos películas marginales como “El Topo” de Alejandro Jodorowsky o “Pink Flamingos” de John Waters). La película se estrenó en el Village de Nueva York y el boca a boca funcionó. “La primera noche había 25 espectadores y la segunda 23, pero poco a poco fue cogiendo fuerza y terminó exhibiéndose cuatro años en Los Angeles, tres en San Francisco y cuatro o cinco en Nueva York. Aún la pasan de vez en cuando”.

No hay comentarios: